Pactando los precios de compra de la leche y estableciendo estrategias conjuntas para marginar a los productores que no eran dóciles, empresas y agrupaciones gremiales del sector lácteo operaron como un cártel al menos de 2000 a 2013, según ha podido constatar la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
A partir de un correo electrónico entre trabajadores de Nestlé donde se evidenciaba que se compartía información y se pactaban precios, los técnicos de Competencia han tirado del hilo y han encontrado documentos, ficheros de Excel y más emails que delatan a empresas como Danone, Nestlé, Puleva, Pascual, Central Lechera Asturiana, Central Lechera de Galicia, Copirineo, Feiraco, Leche Celta, Lactalis y Peñasanta, entre otras.
La CNMC ha fijado una multa de 88,2 millones de euros a todas ellas por comportamiento anticompetitivo continuado durante más de una década.
Algunos sindicatos de ganaderos temen que la multa repercuta en los productores y lamentan que las grandes superficies, a quienes atribuyen la presión para hundir los precios, no hayan sido sancionadas, informa el trianngle.
Los beneficios que obtuvieron superan los 800 millones de euros.
POR EL COMUNISTA
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