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El Banco Central de Canadá podría recuperar su capacidad de emitir y entregar dinero al estado sin la banca privada como intermediaria: un revolucionario caso judicial silenciado en los medios
Informe Still nº 351, 1 de febrero de 2015: “el 26 de enero de 2015, en Toronto, Canadá, 3 jueces dictaron una sentencia histórica en el caso COMER (Committee on Monetary and Economic Reform) contra el banco de Canadá.
Se espera que la sentencia tenga importantes repercusiones sobre los bancos centrales de todo el mundo.
Lamentablemente, el gobierno de Canadá ha exigido a los grandes medios de Canadá que no cubran este caso judicial debido a que golpea directo al corazón del sistema de dinero basado en deuda, según el conocido abodago constitucionalista Rocco Galati”.
César Pérez Navarro – Tercera Información [*] | 25-02-2015
El Bank of Canada, fundado en 1934, es el banco emisor de la moneda nacional, el dólar canadiense, con sede en Ottawa. A diferencia del Sistema de la Reserva Federal -Federal Reserve System (FED)- o Banco Central de los Estados Unidos, es de carácter público desde su nacionalización en 1938 como respuesta a la Gran Depresión tras el crack de la Bolsa de Nueva York de 1929.
El Banco Central de Canadá emite moneda como la Reserva Federal o el Banco Central Europeo (BCE), pero a diferencia de estos, que lo prestan a entidades financieras privadas con un interés del 1% o incluso menor, lo entregaba directamente al estado de Canadá antes de 1974, tanto a gobiernos nacionales, provinciales o locales sin interés para su redistribución, aunque manteniendo una inflación baja y estable.
El Banco Central Canadiense evitaba así a la banca privada como intermediario comprador de deuda pública al 5%, al 6% e incluso al 7,3% contra los estados.
En 1974, el gobierno canadiense decidió acabar con la emisión de dinero sin deuda, y comenzó a pedirlo prestado emitiendo bonos tal y como hoy hacen los estados europeos, que son comprados por bancos privados.
La deuda pública de Canadá era de 18.000 millones de dólares en 1974, pero en solo tres años (1977) se disparó un 3.000%, hasta 588.000 millones de dólares. En la actualidad, la deuda de Canadá asciende a 734.000 millones, es decir, casi el 33% de su PIB (la deuda pública en España ya se sitúa casi en el 100% del PIB).
Eso significa que el estado canadiense debe gastar casi 18.000 millones de su presupuesto nacional en pagar los intereses de esa deuda, y un incremento acelerado de la deuda pública, conlleva -como en otros estados- un riesgo de efecto conocido comobola de nieve: los costes por el pago de la deuda redundan en un endeudamiento todavía mayor.
La parte dedicada al pago de intereses de la deuda pública de España supuso 38.590 millones en 2013 y 36.590 millones de euros en 2014, es decir, una cuarta parte de todo el presupuesto estatal.
La banca privada ha encontrado en los estados un negocio perfecto, pero desde finales de enero de 2015 tiembla mientras los medios de comunicación callan.
“Un caso revolucionario para los canadienses…”
El 26 de enero de 2015, en Toronto, Canadá, 3 jueces dictaron una sentencia histórica en el casoCOMER (Committee on Monetary and Economic Reform) contra el banco de Canadá.
La última apelación en nombre de la corona para que el caso sea desestimado fue rechazada por tres jueces en la Corte Federal en Toronto.
El Gobierno Federal tiene ahora 60 días para apelar la decisión ante la Corte Suprema, y se espera que la sentencia tenga importantes repercusiones sobre los bancos centrales de todo el mundo.
Lamentablemente, el gobierno de Canadá ha exigido a los grandes medios de Canadá que no cubran este caso judicial debido a que golpea directo al corazón del sistema de dinero basado en deuda, según el conocido abodago constitucionalista Rocco Galati“.
Un artículo publicado el 11 de febrero y escrito por Chris Powell, secretario de GATA bajo el titular En Canadá también, clamor para que los bancos saquen sus negocios del gobierno, cita a Oliver Heydorn para desentrañar cómo funciona el sistema de deuda internacional impulsado desde varios organismos y bancos;
“La demanda desafía los sistemas monetarios y bancarios del país argumentando que la ley habilitante del Banco Central canadiense le autoriza a crear y prestar dinero sin intereses a las agencias gubernamentales, pasando por alto el sistema bancario comercial, y que debe empezar a financiar al gobierno de esa forma”.
M. Oliver Heydorn (Instituto Douglas Clifford Hugh) expone la filosofía política y económica de crédito Social:
“El Banco de pagos internacionales, el foro de estabilidad financiera y el Fondo Monetario Internacional se crearon con la intención consciente de mantener a las naciones más pobres en su lugar, y ahora se ha ampliado a todas las Naciones en las que estas instituciones financieras en gran medida reemplazan con éxito a los gobiernos y el orden constitucional en países como Canadá, sobre el cual ejercen control financiero del estado.
Las reuniones de las BIS y Consejo de estabilidad financiera (sucesor del FSF), sus minutos, sus discusiones y sus deliberaciones son secretas y no están disponibles ni responden ante el Parlamento, el poder ejecutivo, ni el público canadiense, a pesar de que las políticas del Banco de Canadá emanan directamente de estas reuniones.
Estas organizaciones son entidades extranjeras, esencialmente privadas y controlan el sistema bancario y las políticas socio-económicas de Canadá.
El artículo completo de M. Oliver Heydorn se recoge en la web Global Research el pasado 7 de febrero.
En el mismo se explican algunos de los detalles de la demanda y la situación actual del caso;
El caso de “restitución” del Banco de Canadá [**]
Hay un caso legal muy interesante que se está desarrollando en Canadá en este momento. William Krehm, Anne Emmett y COMER (Comité para la reforma económica y monetaria:http://www.comer.org/), presentó una demanda de 12 de diciembre de 2011 en el Tribunal Federal para intentar forzar una restauración del Banco de Canadá a los propósitos de su mandato.
En esencia, quieren que el Banco de Canadá tenga la capacidad de ofrecer préstamos sin interés a los gobiernos federales, provinciales y municipales, en las condiciones previstas en la ley del Banco de Canadá.
Este dinero se utilizaría para financiar gasto público cada vez que hay un déficit presupuestario. Al parecer, el gobierno federal ha utilizado para endeudarse sin interés (al menos en cierta medida) el Banco de Canadá hasta 1974. En la actualidad, los gobiernos pedían prestado todo el dinero necesario (aparte de los bonos que pueden vender al público) de los bancos privados con un tipo de interés.
Los canadienses están agobiados económicamente por los cargos de servicio de la deuda resultantes porque el Banco de Canadá no hace uso de sus prerrogativas en interés del público canadiense.
El caso está siendo procesado por Rocco Galati, que es ampliamente considerado como abogado constitucional superior de Canadá.
La naturaleza de la demanda ha sido explicada enwww.pressfortruth.ca en los siguientes términos:
“DOS CANADIENSES Y UN ANALISTA ECONÓMICO CANADIENSE FRENTE A LOS PODERES FINANCIEROS GLOBALES EN EL TRIBUNAL FEDERAL CANADIENSE.
LOS CANADIENSES ABOGAN POR LAS DECLARACIONES QUE RESTAURAN EL USO DEL BANCO DE CANADÁ EN BENEFICIO DE LOS CANADIENSES Y RETIRAN EL CONTROL DE LAS ENTIDADES INTERNACIONALES PRIVADAS CUYOS INTERESES Y DIRECTIVAS SE COLOCAN POR ENCIMA DE LOS INTERESES DE LOS CANADIENSES Y LA PRIMACÍA DE LA CONSTITUCIÓN DE CANADÁ”.
El abogado constitucional canadiense, Rocco Galati, en nombre de los canadienses William Krehmy Ann Emmett y COMER (Comisión para la reforma económica y monetaria) presentó el 12 de diciembre de 2011 una acción en la Corte Federal, para restaurar el uso del Banco de Canadá a su propósito original, mediante el ejercicio de su deber legal pública y responsabilidad.
Ello incluye préstamos libres de interés a los gobiernos federales/provinciales/municipales para los gastos de «capital humano» (educación, salud y otros servicios sociales) y los gastos de infraestructura.
La acción también desafía constitucionalmente los falaces métodos contables del gobierno en su presentación del presupuesto, porque no calcula ni revela los verdaderos y totales ingresos de la nación antes de transferir posteriormente “créditos de impuestos” a las corporaciones y otros contribuyentes.
Los demandantes afirman que desde 1974 ha sido una diapositiva gradual pero están seguros de que en realidad la política monetaria y financiera el Banco de Canadá y de Canadá son dictadas por los bancos privados extranjeros y los intereses financieros, contrariando a la ley del Banco de Canadá.
Los demandantes del estado sostienen que el Banco de los establecimientos internacionales (BIS), el foro de estabilidad financiera (FEF) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) fueron creados con la intención consciente de mantener a las naciones más pobres en su lugar, y ahora esta estrategia se ha ampliado a todas las Naciones en las que estas instituciones financieras lograron avasallar en gran parte a los gobiernos a través de órdenes constitucionales en países como Canadá, sobre los cuales ejercen control financiero.
Las reuniones de las BIS y Consejo de estabilidad financiera (sucesor del FSF), sus minutos, sus discusiones y sus deliberaciones son secretas y no están disponibles ni responden ante el Parlamento, el poder ejecutivo, ni el público canadiense, a pesar de que las políticas del Banco de Canadá emanan directamente de estas reuniones.
Estas organizaciones son entidades extranjeras, esencialmente privadas y controlan el sistema bancario y las políticas socio-económicas de Canadá.
Los demandantes afirman que los acusados (funcionarios) tienen involuntariamente y/o deliberadamente, en diverso grado, conocimiento e intención comprometidos en unaconspiración, junto con el FMI, BIS, FSB, para rendir la ley del Banco de Canadá así como la soberanía canadiense sobre la política socio-económica, monetaria y financiera, además de eludir el estado soberano de Canadá a través de su Parlamento por medio de los sistemas bancarios y financieros. “http://pressfortruth.ca/top-stories…
En el 26 de enero de 2015, la última apelación en nombre de la corona para que el caso sea desestimado fue rechazada por tres jueces en la Corte Federal en Toronto. El Gobierno Federal tiene ahora 60 días para apelar la decisión ante la Corte Suprema. CF.http://pressfortruth.ca/top-stories….
Curiosamente, tanto el caso sí mismo y como los acontecimientos que han ocurrido no están siendo cubiertos en absoluto por los medios de comunicación. Mientras que otros casos llevados por el Sr. Galati han recibido cobertura regularmente en todo el país, este caso en particular, que él cree que es probablemente el caso más importante hasta la fecha, ha sido ignorado hasta ahora.
Cuestionado acerca de esto, el Sr. Galati dijo que tiene una base firme para creer que el gobierno canadiense ha solicitado u ordenó que los grandes medios no cubran el caso (él no podía divulgar sus fuentes), y que, en su opinión, el gobierno controla los medios de comunicación hasta cierto punto y en ciertas cuestiones limitadas.
También agregó que no cree que en Canadá estemos viviendo en una democracia.
De hecho, ya afirmó en 1999 que hemos entrado en una “dictadura silenciosa”.
En lo que respecta a sus méritos, el Sr. Galati dijo que el caso tiene sólidos argumentos legales y constitucionales y sus clientes deberían ganar. Si de veras ganarán o no es otra cuestión.
Como el Sr. Galati ha reconocido: “no todos los casos meritorios en la victoria de nuestro sistema judicial”.
Desde una perspectiva Social del crédito, el ahorro de grandes sumas de dinero para los contribuyentes o la prevención de un aumento en la deuda pública del país mediante la emisión de dinero sin intereses desde el Banco de Canadá, es sin duda una buena cosa [1], sin embargo, una reforma del sistema no aborda el problema fundamental con el orden financiero y económico actual: la ausencia crónica de poder adquisitivo del consumidor.
El hueco macroeconómico entre precios e ingresos, que es causado principalmente por cómo el verdadero capital (máquinas y equipo) es financiado y cómo sus gastos son explicados según convenciones existentes, es LA cuestión fundamental.
Por lo general, el sistema presente trata de llenar el hueco del dinero de deudas adicional del sistema bancario privado en la forma de público, corporativo, y deudas del consumidor. En lugar de estos paliativos, un sistema del Crédito Social llenaría el hueco del dinero ’sin deudas’ y lo distribuiría a los consumidores, directamente a través de un Dividendo Nacional, e indirectamente a través de un Descuento Nacional en precios al detalle. Es crítico que el individuo, el consumidor común, sea el beneficiario principal de cualquier reforma monetaria y tenga el control total sobre la política de crédito dentro del contexto de un sistema financiero que funciona correctamente.
En relación a este pleito particular y como una aclaración adicional del punto, también habría que mencionar que conceder al gobierno el derecho de llenar el hueco según sus objetivos de la política (es decir, empleando a la gente para trabajar en la producción pública), o, más ampliamente, conceder al estado el único derecho de controlar la oferta completa de dinero, es del todo incompatible con la filosofía política y social subyacente del Crédito Social.
Las instituciones existen para servir a los intereses de los individuos, no al revés.
Es decir, son los consumidores los que deben controlar la política financiera, no el gobierno, el estado o los bancos privados. No hay ninguna razón para “restaurar el derecho a crear y emitir dinero al estado” si el estado, va a controlar a continuación los efectos con los cuales el productor y el crédito al consumo deben ser emitidos.
Esta es la gran trampa de los reformadores monetarios, quienes preocupados, con razón, por la hegemonía de la banca privada, son felices en la ignorancia. Si -Dios no lo quiera- los reformadores se salen con la suya, y el estado obtiene el control monopólico sobre la oferta de dinero, creo que van a encontrar con horror que las mismas personas que cobran un gran control sobre el sector privado y un sistema monetario parcialmente descentralizado será en completo control del estado.
El monopolio es el nombre del juego; no vamos a ser ‘idiotas útiles’. […]”
El epílogo del articulo continúa aquí: http://www.globalresearch.ca/the-ca…
Desde Tercera Información no hemos encontrado noticia o artículo de opinión alguno sobre este asunto, y en inglés son escasísimas las referencias al caso del Committee on Monetary and Economic Reform contra el Banco de Canadá, a pesar de que es conducido por el reputado abogado especializado en leyes constitucionales Rocco Galati.
De acabar en buen puerto, hablamos de un antecedente que colocaría en jaque la estrategia de control de la banca y otras instituciones financieras a través de la deuda y contra la soberanía popular desde los estados.
[*] Twitter del autor: @diseccionandoel
[**] Traducción: Tercera Información.
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